RACSO MIRO QUESADA VEGAS CUENTA SU HISTORIA.
Ya que mucho mal se ha hablado estos días de mi vida, voy a aprovechar para contar toda la historia. Se dice, por mi apellido, que he nacido en privilegio y que he usado ese privilegio como influencia para lograr cosas. Que vengo de una familia de dinero y cierta prensa mordaz y envidiosa afirma que he obtenido lo que tengo a través de métodos ilegales, e incluso se me acusa de liderar una organización criminal, una “Mafia” con la que me dedico al tráfico de terrenos.
No sé a qué se refieren con ”Mafia”. Yo solo la he visto en las películas. Lo que inventan de mí ya me da risa. No me extrañaría que mañana digan que vengo del espacio, que tengo poderes o que me ayudan seres invisibles.
LA VERDADERA HISTORIA
Mi hogar somos mi madre, Alicia Vegas, y yo. Cuando yo tenía 2 años mi madre se divorció de mi padre, Alfonso Miró Quesada. En ese entonces mi padre estaba expropiado y mi madre en el divorcio renunció a todo. Ella me crió sola, con el esfuerzo de su trabajo y nunca recibió ni soporte ni manutención. Pagó mis estudios en el extranjero con su trabajo.
No he recibido dinero de mi querido padre ni de la familia Miró Quesada, salvo en montos ínfimos cuando ya era mayor y, realmente, no lo necesitaba, pues para entonces ya había hecho mi fortuna solo.
Tampoco he recibido apoyo, contactos o influencia de parte de la familia Miró Quesada, ni del diario El Comercio. Las únicas veces que El Comercio ha hablado de mí ha sido para criticarme. Si algo encontré alguna vez en El Comercio son rivalidades familiares y obstáculos. Nunca un camino para progresar.
Mi madre tampoco viene de una familia de alcurnia o de dinero. Mi abuelo materno, Guillermo Vegas, era un líder revolucionario de izquierda. Fue deportado fuera del país con una mano adelante y una atrás y la familia que tuvo que velar por mi madre en Lima lo perdió todo durante las expropiaciones del gobierno militar.
En la foto de abajo, pueden ver a mi abuelo, Guillermo Vegas, el guapo de la derecha, con León Trotsky. Detrás, la ventana de la casa en que Stalin lo manda asesinar.
Cuando digo que mi abuelo era un revolucionario de izquierda no me refiero a lo que están acostumbrados a imaginar. Esos intelectuales de sofá y biblioteca, que nunca han creado riqueza, no tienen idea de cómo producirla, no saben armar una cadena de valor, pero creen que pueden mejorar el mundo quitando, paralizando y obstruyendo a los demás por orden o por decreto.
Mi abuelo, trotskista, fue la persona que más bancos fundó en la historia del Perú. ¿Qué cosa? ¿Un izquierdista capitalista? ¿Que fundaba bancos? Si sigue esta historia, esta y otras cosas lo sorprenderán. Voy a contar lo que aprendí de él, cómo hice mi dinero y no solo eso, sino cómo cualquiera tiene en sus manos la capacidad de hacer lo mismo.
Mi abuelo fundó 9 bancos en Perú. Levantó el capital y retuvo el 10% de cada banco para él. Peleó con los gobiernos y con la burocracia, logró modificar leyes y abrir en el Perú de la oligarquía, monopólico y cerrado, un camino para el capitalismo popular, en oposición a los intereses de un poder económico concentrado a un nivel que hoy no podemos imaginar.
Lo hizo porque quería ayudar a desarrollar el Perú y en ese momento las provincias no tenían acceso al crédito. No había las computadoras y los sistemas que hay hoy. Y nada de valor se desarrollaba sino venía de Lima. Fundó el Banco Regional del Norte, el Banco Regional del Sur, el Banco de Fomento, Banco de la Construcción, el Banco de la Pesquería, el Banco de Desarrollo Agrario y 3 bancos más. Además, creó, diseñó, escribió y logró sacar adelante la ley que creó las cajas rurales.
No acumuló dinero ni se sentó como un potentado sobre esta fortuna, por el contrario, cada vez que terminaba un banco se metía en política y se lo gastaba todo. Terminaba pobre. Y volvía a crear riqueza una y otra vez, de las cenizas. A mí no me formaron para pedir favores a nadie, ni al dinero, ni al gobierno. Me criaron para pensar, trabajar y salir adelante con lo que hay y donde hay.
En su paso de asesor por el Ministerio de Economía, mi abuelo buscó reformar la escala tributaria invirtiéndola. Contrario a todo lo que piensan los demás, creía que la gente debía pagar menos impuestos mientras más dinero hacía porque de esa manera tenía incentivo para progresar. Eso era un trotskista.
En sus muchas caidas en la pobreza, durante sus muchos altibajos, mi abuelo termina alquilando al ballet PERU NEGRO, consigue pasajes al crédito y vuela a Panamá. Se instaló en el mejor hotel (que no podía pagar) y no solo tiene éxito sino que se se hace amigo cercano de Torrijos, el presidente panameño, organiza un reforma de la ley de bancos en un país donde parquean todas las fortunas de la región y finalmente es deportado nuevamente por presión de la CIA, que no vio nada de esto con benevolencia.
Nuevamente en Lima, creó el directorio Velece, unas páginas amarillas, cuando no había paginas amarillas, que organizaba las empresas, no por lo que venden, sino por los insumos que compran. Contrató a Miss Mundo para promocionarlo. Al final muere pobre, pero nos dejó lo mejor que alguien te puede dejar en la vida: la convicción de que no necesitas nada ni a nadie, para hacer lo que tu corazón desea.
Pero mucho hablar de mi abuelo.
Creo que mi primer negocio fue mientras iba a la universidad en Lima, una revista de arquitectura y decoración. 100 páginas a todo color en papel couche, cuando Caretas, Oiga y Gente, que eran las revistas que existían, eran en blanco y negro y en papel periódico. Aprendí de un socio que había que hacer las cosas de forma tal que la gente no pudiera decir que no. Y esa revista lo lograba: nadie en decoración podía dejar de estar presente en una revista así. Pero primero había que tener un número cero, así que vendí publicidad para la primera edición caminando las calles industriales de La Victoria con una carta de una página por todo activo, que habíamos diseñado con un tío leyendo un libro americano de publicidad directa.
Hernando de Soto hablaba de formalizar a los informales, a los microbuseros, a los vendedores ambulantes y nosotros nos preguntábamos, ya que terminábamos parados siempre en la misma esquina, si podíamos declarar ese pedazo de la vereda nuestra oficina, ya que no teníamos otra.
Enfrentábamos día a día el reto de pasar a los guachimanes y convencer a los gerentes de darnos plata por aparecer en una revista que todavía no existía, pero teníamos una carta de marketing directo.
Mi segundo negocio lo hago cuando estudié en EEUU, a donde voy luego de haber ganado una media beca gracias a la Fundación Fullbright y gracias a mi madre, quien pagó la otra mitad con su trabajo de una vida. Estaba desesperado por hacer algún negocio que me de libertad para moverme, porque no tenía ni para el micro. De más está decir que en esa parte de EEUU no hay micros, todos tenían carros.
Había escuchado de una persona que años atrás había exportado Guano de Islas. Estaba recién comenzando a hablarse de agricultura orgánica, esto en 1992. Cogí las páginas amarillas y empecé a llamar desde empresas de jardinería hasta distribuidores y fabricantes.
Eventualmente encuentro un asesor de agricultores orgánicos en California. Llegué a exportar más de 2,000 toneladas de guano al año y a vender el 50% del fertilizante orgánico que consumía California en esa época. Lo compré al Estado, que me recibió con las puertas abiertas porque en ese entonces la producción se acumulaba y no vendían nada al extranjero. Terminando de estudiar consigo una planta que logra peletizarlo, hacerlo bolas, para el mercado mecanizado agrícola moderno de EEUU, cosa que nadie había logrado.
Luego me dediqué a negocios de comercio electrónico. En 1997 creé un website que regalaba las tiendas virtuales, antes de que eso existiera. Si buscabas “comercio electrónico” en esa época, no salían resultados. Un profesor en una universidad en Escocia había escrito un artículo perdido diciendo que el comercio algún día sería electrónico. Fue una apuesta demasiado temprana y es una larga historia. La resumiré, porque es un material muy largo: me ofrecieron 3 millones de dólares por la mitad de mi empresa, no la vendo y al día siguiente explota la burbuja “punto com” y ya no valía nada.
Nunca lo tomé como una pérdida. Quienes estamos siempre creando y generando ideas estamos tan convencidos de su éxito que vivimos como si ya lo fuera. Cómo no, si tu idea es un gol. Uno nunca se siente pobre, la falta de plata es solo un obstáculo temporario. Uno ya es rico, tu idea va a triunfar, es solo cosa de tiempo.
En ese momento cierro la empresa y reparto las computadoras entre los empleados. Para entonces había comprado un terreno en Pachacamac, pagándolo poco a poco con mi trabajo. En el tiempo que me había dedicado al comercio electrónico, el terreno se había revalorizado 4 veces.
LOS TERRENOS
Mi padre me contaba cómo, cuando era niño, jugaba pelota en la casa que tenían alquilada en la Av. Javier Prado, cerca a la Av. Arequipa, frente a chacras y su casa era la última casa de la ciudad por ese lado. Rara vez pasaba un carro. Siempre pensé cuando lo veía quejarse de dinero: “pero si hubieras comprado una hectáreas de chacra en ese momento, ¿sabes cuánto dinero tendrías ahora? Probablemente más de 10 millones de dólares. “Sí”, me decía, “pero nunca compramos nada”. “A mi no me iba a pasar lo mismo”, pensaba yo y cuando crecí compré ese terreno en Pachacamac y ahora lo había comprobado: tenía una fórmula para asegurarse una vejez tranquila.
En otra entrega de esta serie cuento todos los terrenos que adquirí, cómo compré cada uno y de dónde saqué el dinero.
La mayoría de la gente que conocí en mi entorno no estaba dispuesta a esperar 3 meses sin ganar nada para hacer dinero. Los negocios que proponía, cuando empecé a hacer fortuna y que requerían invertir 2 o 3 años hasta que el negocio empiece a dar importantes cantidades, nunca tuvieron acogida. Cuando he buscado gente profesional y le he dicho “te va a dar una fortuna si me ayudas a desarrollar estos condominios. Necesito que vivas allá”, nadie aceptaba.
Yo acepté invertir a 15 años: poner lo que ganaba sin sacar nada, para poder comprar los terrenos y esperar hasta que estuvieran listos y el mercado, pronto o tarde, llegaría. También acepté mudarme a los terrenos y pasar ahí también los fines de semana, requisito indispensable para desarrollar un condominio de campo.
Cuando yo digo que cualquiera puede hacer lo que yo he hecho para hacer fortuna, he de mencionar que es cualquiera con la voluntad de no tener hijos, pues no podría haberlos tenido. De haberlos tenido no podría haber invertido todo en pagar terrenos a crédito. No sé si podría haber pasado los fines de semana en el campo con mis trabajadores durante 15 años.
Pero con seguridad, cualquiera podría hacer lo mismo. Alguna habilidad se necesita para identificar el terreno con mayor potencial, pero realmente no es muy difícil. También se necesita ofrecer un precio muy por encima del valor de mercado por un terreno para que el propietario acepte cambiar el exceso de precio por darte crédito. No puedes retroceder, ya que lo estás comprando a más de lo que podrías venderlo en ese momento, pero la inversión es bastante segura. Lima tiene una población mayormente joven, lo que significa que se va a expandir.
Hay que ubicar terrenos no tan cerca de la ciudad, pues son muy caros, ni tan lejos que la ciudad no llegue mientras estés vivo. Donde yo compré ya no es fácil volver a hacerlo, pero esos no son los terrenos que necesitas, sino los que están a 15 años de distancia de ese estadío. También hay un balance entre cuán grande o cuán verde. Yo me fui por el grande. Toma más tiempo, cuesta más llevar todo, pero se gana más a largo plazo.
En la próxima entrega detallo cada terreno comprado y me centro más en el tema del negocio y cuánto se gana en cada cosa. Pero quiero que se entienda algo: mi socio y yo dividimos los negocios: yo veo mi propio negocio desarrollando Bahías y adyacentes y mi socio ve lo que teníamos juntos en La Raya, Punta Negra y los temas legales. Ahora, en Bahías, pongo las primeras iniciales con 30,000 dólares que me prestaron los amigos de un ex socio contador. Me dediqué a eso 15 años, a desarrollarlos.
Son terrenos comprados a comuneros que estaban a 6 km del punto de luz más cercano, sin una gota de agua y con apenas una pista delgadísima, llena de piedras. Era un desierto, nadie los quería y adentro estaban los chancheros que traían los camiones repletos de basura de Pachacamac a verterlos ahí. Está inscrito en Registros Públicos, escriturado. No hay superposiciones ni problema alguno con nadie.
Cuando compramos, los chancheros salieron. Empecé a vender lotes en preventa muy baratos contra un plano a precios muy bajos. El dinero lo reinvertí todo en construcciones para revalorizar el terreno y lo seguí reinvirtiendo durante 15 años. Cada transacción está bancarizada, un perito ha validado toda la información, que está cuadrada desde el 2002 por el último peritaje presentado.
No hay inversiones adicionales, ni préstamos de bancos, ni de terceros a partir de los 30,000 dólares iniciales y, posteriormente, el ingreso, a través de los años, proveniente de las 1,000 familias clientes que creyeron en mí y compraron sus terrenos de campo. Desarrollé 6 condominios ecológicos con vastu (feng shui hindú), 6 clubs campestre, un club central con zoológico, piscinas, canchas de football y bungalows, un centro de meditación de 500 m2; he sembrado 20,000 árboles, edificado y vendido 100 casas modernas revestidas en adobe, construido 6 km de carretera sin pedir reembolso por impuestos y adquirido, para mí y mi fundación, 600 ha en la zona con sol en invierno, que más se revalorizará en los próximos años para dejar un legado de acción social cuando ya no esté. He generado 15 millones de dólares en promedio de nueva riqueza por revalorización de su inversión inicial a cerca de 1,000 familias.
Ahora quisiera que me detallen, por favor, en la teoría de la Fiscalía, ¿en qué tiempo dirijo una organización criminal?
¿Creen que es fácil hacer lo que he hecho? ¿Que me sobra el tiempo? ¿Creen que se hace con la mano izquierda?
¿Que piensan, que soy una especie de batman oscuro, que en la noche me meto a un túnel y salgo en un super automóvil por el otro lado del cerro a invadir terrenos, usurpar a uno o dos por aquí y por allá, apropiarme un rato de algo o desposeer a alguien un poco solo por fregar?
¿Y cuál es el móvil de esa actividad criminal? Tengo 1,000 hectáreas por desarrollar en Cieneguilla, suficiente terreno por vender para 3 generaciones de desarrolladores, pero, al parecer, tengo además una pulsación y en las noches voy e invado terrenos por la fuerza a 20 km de mi zona, no porque me falte dinero, sino por alguna motivación similar a la del Club de la Pelea… O es, tal vez, algo más allá de mí, algo así como lo de un asesino serial, pero traficante serial: si no me agarro a esterazos con alguien en una pampa este fin de semana no puedo dormir. De ahí regreso y en la mañana atiendo a 2,000 mil familias que quieren saber cómo va el mantenimiento de su terreno.
Resolvamos la duda.
Hagamos una prueba fáctica, porque las cosas se demuestran con experimentalidad, no con elucubraciones, indicios o raciocinios. No. Prueba empírica, método CIENTÍFICO. Realidad. Yo le doy 30,000 dólares a la Fiscalía y 10 años de plazo y que vaya y haga lo que he hecho yo y documente con rigurosidad cuánto tiempo le sobró.
Y con esa evidencia científica procedemos
SOBRE MI FÓRMULA
Cuando expliqué cómo comprar terrenos y ganar, el balance que uno tiene que hacer, qué estás dispuesto a dar para conseguir lo que quieres, que mientras más lejos de la ciudad más difícil y más tiempo toma, pero se gana más, que los retornos son mayores para lo que nadie quiere hacer, afirmé también que lo que yo encontré es que nadie lo quería hacer.
Otra cosa que encuentro, que a la gente le cuesta entender, es que no se gana por jalar para ti, sino por ceder. Muchos quieren lo máximo para ellos, creen que por tener más participación ganan más. La vida es al revés: gana más el que más deja a los demás, el que consigue más colaboración y más entusiasmo. Siempre, es una ley, en lo que yo he visto y vivido.
En los negocios se trata de dar, no de recibir. Los que se centran en lo que quieren ganar o recibir y empiezan a pensar cómo exprimir más, les va mal, en mi experiencia, no sé si en la de todos. Cuando me desvío y pienso así, se pierde el flujo, las cosas se estancan. Tengo que volver y hacer un esfuerzo consciente, centrarme en para qué estoy haciendo esto, qué es lo que quiero dar.
Mientras más participación cedes, más socios empujan. Mientras más das a tus clientes, más fácil es vender. Mientras más quieres apoyar a la humanidad, más te apoya en retribución.
Hay un proverbio budista, que yo creo que quien lo entiende a profundidad encuentra la llave a la abundancia real.
Dice algo así: “si trabajas para el beneficio de todos los seres, todos los seres están contigo apoyando ese esfuerzo de evolución; si trabajas para ti, compites contra todos los demás”
Yo tengo un convenio con todos los seres sintientes, ellos me apoyan y yo les doy el 50% de todo lo que gano u obtengo. Ustedes juzgarán si me ha funcionado. Quién soy yo para decir nada. Algunos, ante la evidencia, igual se siguen quejando y no siguen la fórmula magistral. No tengo que decir más, el que entiende entiende y el que no, no hay nada que puedas decir.
A los 15 años aprendí meditación trascendental. Creo que cambió mi vida para bien. No tanto por lo que puedas ver de mí, sino porque no ves lo que habría podido ser si no la tuviera.
No tengo mayores méritos como administrador. Si algo he logrado es porque en los momentos de meditación he logrado tener claridad en el proceder. Cuando me he desviado es porque he dejado de hacerlo con la intensidad con la que debería.
LA FUNDACIÓN
Encontré que la meditación te da un lugar al que puedes acudir que da una felicidad difícil de encontrar. Puedes acceder gratis y organiza y destaca los pensamientos más trascendentes, por así decirlo. Hace a la gente una mejor persona, no por racionalidad sino porque, simplemente, una persona con paz interior intenta no actuar en forma que genera tensión porque pierde la paz. Como todos, hago un esfuerzo diario por mejorar y ser más útil.
Estudios científicos, validados por terceros, han demostrado los beneficios de la meditación trascendental en reducción de la ansiedad, del estrés, ayuda a una mayor concentración, mejora la salud en general, la memoria, la creatividad. Cada uno ha sido motivo de un estudio independiente y son cerca de 400 estudios científicos. Yo quiero regalarle estos beneficios a cada niño del Perú, empezando por los más pobres.
Maharishi, fundador de la Meditación Trascendental, decía: “Cada persona tiene la cosa más preciosa e increíble en el universo, un cerebro humano, no hay ninguna razón para que viva en pobreza, hemos venido a vivir en abundancia”. La meditación ayuda a destapar ese potencial.
He comprometido el 50% de mi patrimonio y de mis ingresos a dos objetivos,
La difusión de la meditación trascendental en los colegios. Es el mejor regalo que se puede dar a un costo aproximado de 4 dólares por niño. No creo que haya acción social que genere mayor beneficio por dólar invertido, ni con una acción tan prolongada, ni que tenga por dólar invertido, mayor incidencia positiva las personas de alrededor que no son parte del programa.
Iniciar un estudio detallado de todas las disciplinas académicas para lograr ver el universo integrado, no dividido por materias. Entender la unidad de todas las artes y ciencias. Para eso he calculado emplear 5 años y 5 horas diarias los próximos años y luego transmitirlo en formatos accesibles, como lo hacía mi abuelo Racso
El patrimonio que dejo debe ser suficiente para lograr que el programa de meditación trascendental se extienda por todos los colegios públicos y, en algún momento, todos los niños del Perú mediten juntos a la misma hora. Creo que hará al país invencible.
En temas tributarios, si bien creo en dar 50%, no creo que más del 25% debería ser manejado por el Estado, municipios y entidades centralizadas, el otro 25% deberia darlo cada quien, aportar a su beneficencia favorita, invertirlo en su colectividad o hacer su propia ONG. Creo que el gasto sería mucho más útil, mejor dirigido y menos burocrático. El que sabe cómo ganar el dinero, también sabe cómo gastarlo eficientemente en beneficio de los demás. No tiene sentido dejar esa decisión a los burócratas del Estado.
Podría dejar todo y no el 50% a la Fundación, pero algo me hace sentir que no es lo correcto. La vida debe ser un balance, como una estructura de ADN, hay una dualidad, balanceada entre un 50% para el individuo y 50% para la sociedad.
Mi reto ahora es cómo estar seguros que los estatutos de la Fundación asegurará el cumplimiento de los objetivos cuando estos terrenos valgan millones y no quede nadie que estuvo vivo conmigo para resguardarlos.
Si el proyecto se logra y consigue cambiar el país, el mérito pertenece a la Comunidad Campesina de Cucuya en Olleros, Huarochiri, Lima a 3,800 msnm. Ellos creyeron en mí cuando no tenía nada. Podrán decir que la Comunidad de Cucuya cambió el Perú. A la tradición védica y a Javier Ortiz, que vio un rayo de luz y dedicó su vida a prenderla en el cerebro de cuantos podía alcanzar.
MI PARECER Y VALORES
De joven veía a mis amigos tomar carreras como antropología, sociología, ciencias políticas o hasta teatro, con la intención de contribuir a cambiar el mundo. Siempre me pareció que los números no sumaban. “Van a terminar trabajando para los caprichos de otro” pensaba. Su capacidad de acción se limita a esperar una oportunidad para poder hacer que otro financie sus ideas. Es un camino tortuoso.
“Si quieres cambiar el mundo primero tienes que ganar dinero”, pensaba. Solo teniendo tú la plata puedes realmente interactuar para un cambio. El dinero no es un enemigo, es una forma de energía. Fluye. Si viene es porque estás agregando valor a otros, no hay que satanizarlo.
Buscando financiamiento para todos los edificios, universidades y centros de meditación que estaba planificando Maharishi, el de la meditación trascendental, le preguntaron una vez de dónde iba a salir el dinero para todo eso. Respondió muy tranquilo “de donde está ahora”.
A pesar de lo alcanzado, me las he ingeniado para conocer todos los lados, para explorar todos los pecados, para licenciarme en deleites y disfrutar de las visiones, de las sensaciones y de los olores. Mi primera guerra fue contra el reloj y su escudero el calendario. Cada día reivindicaba el derecho a no saber qué hacer mañana, de ir a dormir a la hora que me diera la gana. Ese ha sido mi único lujo en la vida: comprar mi libertad del café de la mañana. Algunos dirán que lo pagué caro.
Por lo demás quiero decirles que todo aquello que envidian y anhelan de los que tienen más, es mentira. Es ilusión. He tenido fortuna, la he perdido y la he vuelto a hacer. Supe de tener los convertibles, de ir a los mejores restaurantes y de comprar huevadas caras. Es todo mentira. El poder de los ricos se basa en hacerte creer que lo que tienen, vale. ¿Saben qué es lo que pasa? No es cierto.
El momento en que te das cuenta de que no valen, pierden todo su poder. Por eso no lo aceptan jamás y te dirán: “no sabes el restaurante finísimo al que fui, donde me dieron un huevo de pájaro carpintero envuelto en plumas de faisán que costaba 150 dólares y era una delicia inaudita”. Tú te lo crees y ya estás jodido. Ahora tienes un problema, te faltan 150 dólares, menos el costo de tu huevo de codorniz y la vida se te hace complicadisima y los ricos inmensamente afortunados. Esto no te lo contarán los ricos, porque su única retribución real a ser rico es tu admiración, ni te lo dirán los que viven envidiando y renegando, porque esos son los más atrapados.
No es cierto. Es todo un engaño. Los vinos caros no son más ricos. Es la misma cosa, valen una m. si la persona que tienes al costado no te sonríe. No compensa nada. Ni los cubiertos de plata, ni la porcelana de la mesa, ni los vestidos ni ninguna de esas cosas da más que un atisbo de felicidad cortísima, que no se repite más y que no se compara en nada, pero en nada, con una caricia no esperada en una mejilla.
No hay dinero en el mundo que pueda mejorar la experiencia de ver una película echado con la gente que quieres, un vaso de coca cola y un chocolate. Puedes gastar millones alrededor de esa experiencia, pero esas 2 o 3 horas de vida no mejoran más en nada.
Tampoco las 8 horas de dormir caliente en una cama. Ni las horas que pasas en el baño y si logras una tina, ya no hay nada más arriba que pueda meter el dinero al baño que tenga ningún impacto. Súmale comer comida preparada con cariño y no ser renegado en la mesa. Ya son un montón de horas al día en que el dinero no afecta en nada a partir de un nivel bastante básico. No dejes que te cuenten cuentos y te esclavizen.
Mi objetivo hoy es tener la tranquilidad para salir de los negocios y dedicarme a estudiar, a aprender. No tengo mayor ambición que esa. Creo que el conocimiento es lo único que realmente nutre. Aprender y maravillarse es para lo que estamos acá. A veces pienso que debería bastar observar a alguien hacer sonidos y a la otra persona ver imágenes y conceptos para quedar anonadado. Nada supera la magia de la vida y no hay lujo mayor que estar vivos y pararse a observar.
Racso Miro Quesada V.
Pienso que tal vez lo que la Fiscalía y la prensa querían decir era:
Líder de una banda llamada “Organización Criminal”, que toca en muchos “terrenos” y genera mucho “tráfico “. No, ese no soy yo. di mi nombre.
Realmente has encontrado el significado de la vida y que bueno que lo hayas plasmado en este resumen que expones para que otros puedan darse cuenta de la verdad... Gracias por mostrarla, hay sabiduría en tus palabras y mucha verdad en ellas.
Es una historia de emprendimientos. Y una visión antisistema. Te felicito por lograr lo que persigues. Si te decides a hacerlo siempre encontrarás mentes mediocres que te pondrán zancadillas. Lo cierto es que solo tú puedes conducir tú carreta y tú proyecto. es tu sueño y hacerlo realidad tu tarea. Si ya no estás, solo quienes lo entendieron dedicarán su tiempo y esfuerzo en mantenerlo, pero los mediocres seguirán insistiendo en poner sus trabas, para justificar su ruindad. No te conozco y te saludo.
No te conozco. pero,Gracias !!